14.3.12

Ataúlfo Fernández Gasco

Nota: nos complace publicar la presente nota biográfica escrita por el antropólogo Nicanor Becerra Castañeda acerca del ilustre chotano don Ataúlfo Fernández Gasco. 

 

 

 

 

 

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Nicanor Becerra Castañeda
Nació en Chepén. Antropólogo Social.
Autor de: "Biografías: Hijos Ilustres de Chepén",
"Distrito de Pacanga: Hacia un Desarrollo Sostenible"
"Chepén Cutural y Turístico", entre otras obras.

 

Ataúlfo Fernández Gasco nació en Lajas (Chota-Cajamarca). Fueron sus padres Lorenzo Fernández y doña Emperatriz Gasco. Ella mestiza, de tez blanca y cabellos ensortijados; Lorenzo, color cobrizo, de extracción campesina, estudiante de secundaria del Colegio Nacional "San Juan" de Chota. Lorenzo y Emperatriz se enamoraron a primera vista, se casaron, de este matrimonio nació Ataúlfo, el segundo de nueve hermanos, cuatro hombres y cinco mujeres.

clip_image002[4]Desde niño fue intrépido, peleador, valiente, muy trabajador y estudioso. La primaria lo estudió en su pueblo natal, Lajas, siendo sus profesores su papá y su hermano mayor Julio. De Lajas, pasó a Chota a estudiar la secundaria en el "San Juan". Allí siempre fue líder de su clase. Boxeador, futbolista, basquetbolista y sobre todo un excelente tirador. En un concurso de tiro a nivel nacional realizado entre los colegios secundarios ocupó el segundo puesto. Este fue uno de los atributos principales para su participación en la Revolución de Chota.

Participó en la revolución de Chota, que se produce con la intención de dar golpe de estado a Leguía, dirigido por Arturo Osores (ex ministro de Leguía) y Eleodoro Benel Zuloeta. Dos días combatieron en Churucancha (27 y 28 de noviembre de 1924), entre las fuerzas de Leguía y las fuerzas de la "Revolución Restauradora de Chota" comandados por Benel, Osores, de Alcárzal y Barreda. En ese combate una bala enemiga cayó en la piedra y la astilla salpicó al ojo izquierdo de Ataúlfo. De allí lo conocieron como el "Tuerto". La revolución de Chota fue aplastada por las fuerzas gobiernistas; Ataúlfo se convirtió entonces en fugitivo.

De Lajas, viajó a Cajamarca y de Cajamarca bajó a Chepén a la casa de su hermano Julio que trabajaba allí; como era un perseguido por la policía, pasó a hospedarse en la casa de la mamá de Teobaldo Ríos (sastre), quien la curaba de su ojo herido. Es en esta casa donde conocería a Genoveva Loyola Escudero, su compañera de toda la vida; la conoció cuando ella tenía 14 años y él, 26; como la mamá se oponía a esa relación, Ataúlfo la robó. Fue la madre de sus 14 hijos, en la actualidad viven cinco de ellos: Nelda Emperatriz, Ataulfo Lorenzo, César Eduardo, Carlos Ataúlfo y Luis Alberto. Genoveva falleció el 30 de agosto de 1978.

Instalado en Chepén, empezó a atrabajar en la "Casa Muñoz" que tenía una fábrica de fideos. La familia Muñoz eran parientes y paisanos (Muñoz Fernández) quienes lo acogieron. De la Casa Muñoz pasó a trabajar como Preceptor (profesor) en el centro educativo Nº 233 (hoy, I.E. Nº 81030 "César Carrillo Gil") cuando funcionaba en el Jr. Grau (actual Notaría "Cerna"). Posteriormente el centro educativo pasaría al local del Parque Infantil, por gestiones de Telmo Maximiliano, Juan Noriega Salazar y Carlos Balarezo Delta.

Ataúlfo Fernández Gasco es recordado como un excelente maestro, estricto, disciplinado y de aquellos cuyo lema era "la letra con sangre entra". Su hijo Ataúlfo Lorenzo recuerda "mi papá me enseñó tres años; el cálculo (matemáticas) no me entraba, y mi padre me sacaba a la pizarra. ¡Haber tú! me decía ¡da el ejemplo! y como no sabía, me castigaba ¡eso no sabes, mula cuadrada! me gritaba. Así era mi padre, de duro, pero lo hacía para que aprendamos".

Fue profesor por 45 años en el centro educativo Nº 233, profesor en la diurna y director en la nocturna. Entre sus cualidades más recordadas está la disciplina, la justicia y la moralidad; su apego a estos valores le significó ser sancionado y separado de su centro de trabajo por darles la razón a los padres de familia, contra un Director de apellido Vargas, que abusaba de profesores y alumnos. Se hizo respetar y la Inspección de Educación en San Pedro de Lloc lo envió como profesor a Pacanga y Pueblo Nuevo. Posteriormente le dieron la razón y volvió a su querido centro 233. "eran tres profesores que se hacían respetar, Simón Guanilo, Ataúlfo Fernández y el profesor Arrasque; les llamaban los tres tuertos y a quienes los padres de familia felicitaban por su trabajo" nos dice su hijo Ataúlfo. En mérito a su destacada labor docente, recibió las Palmas Magisteriales.

Fue un luchador social; se identificó con la defensa de los intereses de la Comunidad de Indígenas de Chepén (hoy Comunidad Campesina) que presidía Pedro Macines Linares, en el litigio de tierras que sostenían con los propietarios de la ex Hacienda Talambo. En 1958, los comuneros fueron reprimidos en la plaza de armas de Chepén perdiendo la vida los comuneros Cúneo, Bazán y Morales. La defensa de la comunidad lo asumió los abogados Luis de la Puente Uceda y Gonzalo Fernández Gasco, hermano de Ataúlfo, quienes junto a Javier Marchena Estrada fueron perseguidos por la policía. Ataúlfo Fernández fue capturado y enviado preso a Trujillo, pero gracias a la intervención del General César Rodríguez Razzeto (conocido como "el machote"), hermano de Oscar, Ataúlfo salió en libertad. César Rodríguez le diría "usted es un luchador y un buen maestro; usted no debe estar preso".

Ataúlfo Fernández fue un deportista; en compañía de Saúl Barba Quilcate, Carlos Baca Silva, César Lamela Martínez, Juan Muñoz, entre otros, formaron un club deportivo de básquet. Las competencias deportivas se realizaban en un coliseo que funcionaba en la calle Cajamarca (hoy garaje de Juan Valverde) y se practicaban fulbito, básquet, box, con Carlos Baca como entrenador. Entre los clubes de esa época destacan los "Halcones Negros", "Club Defensor Chepén", el "Club Bilis".

De apariencia seria, de sonrisa fácil, con la frase oportuna para matizar una conversación, unido a su gran sensibilidad social, gozó del aprecio de innumerables amigos, muchos de ellos ex alumnos, tales como César Terrones Farro, Manuel Tarma Boy, Ricardo Albitres, Julio Santamaría, Elidio Espinoza, Víctor Moncada (del recordado Bar "España"), Juan León Meza, Abel Ahumada, Teobaldo Ríos, Ricardo Zañartu, Cristian Díaz Prado, Abelardo Díaz Prado, Rubén Bossio, entre otros.

El pueblo de Chepén recuerda con mucho afecto a Ataúlfo Fernández, un maestro forjador de chepenanos que estudiaron en el centro educativo Nº 233 y un luchador social identificado con las masas campesinas. Falleció el 28 de octubre de 1986.


Fuente: Becerra, Nicanor. "Biografías: Hijos Ilustres de Chepén", 2009.

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