28.10.14

Poesía de Carmen Pedreros Avendaño: "Corazón de Cristal"

Ocho poemas, del poemario Corazón de Cristal de Carmen Pedreros Avendaño, bisnieta de nuestro héroe Alfonso Avendaño Díaz. La poeta reside en Guatemala con sus hijos Enrique David y José Antonio; y sus nietos Diego y Valentina.

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Sendero de Vida

Del nacimiento a la muerte
caminos de piedras ensangrentadas
atribuladas travesías en oscuras y forzadas noches
coyunturas dolorosas de agonías y pérdidas
estaciones de tiempo y distancia, narcótico del sentir.
Sacro canto del ruiseñor, ebullición de sentimientos
detonante de amaneceres en resplandor y transparencia
alboreadas encantadas, despertar de almas en júbilo.
Renacimiento de toda vida sobre el universo
vigor de la existencia en busca de la luminiscencia
luz a las sombras, florece la vida en la drupa del olivo.




Danza el amor
Agua escurridiza entre mis manos
brisa fresca en alegre zalamería
flores de laurel en exquisitos besos
travieso revolotear de las abejas
dulce galanteo provocan apetencias
coquetería de mi sentir.
Bajo el canto de un árbol
en jardín de esperanzas e ilusiones
florean tímidamente delicados pétalos
aves del paraíso beben dulce néctar
danzan las almas al compás
de melódicas guitarras.
Alta y espumosa calma
elaboran el oxigeno de mi morfina
líder de horas nocturnas
lunas demarcación sin límites
donde mieles cubiertas de notas
forman mi epidermis de caricias.



Clara luz de la vida

En caminos de cristal y laureles
se cruzan las almas errantes
carentes de honor y nobleza
mientras las higueras frotan su viento
con sus ramas espinadas lastiman
solemnes y honestos sentimientos
entregados en noches sin estrellas.
Clara luz de la alborada
en limpios prados de libertad
florecen grandes girasoles
amanece la verdad evidente
burda filigrana de cobre y estaño
engarza trozos amorfos de carbón
falsedad de las gemas.
La vida es como la miel del laurel
clara y oscura, dulce y amarga,
atando y desatando lazos
reales y falsos sueños
ansiedad y calma
aprendizaje y sabiduría
en la paz del sentir.




Luz y Esperanza

En la tristeza se encierran las almas
una vieja guardilla es depósito de penas
abandonadas en baúl de los recuerdos.
Añoranza y nostalgia viajan en el tiempo
sentires olvidados en la intimidad de la esencia
escondidos en un estropeado y oscuro desván
sellado por herrumbrosa cerradura de confusión.
Un mar de lágrimas guardan humedad
cúmulo de polvo y años sin vida
completan el cuadro del derruido escenario
evocando la memoria de los despojos
encierro voluntario de los sentimientos
hecatombe, expiación y condena sin culpa
Huracanados vientos, tormentas de vida
arrasan con la vieja guardilla
destrucción y caída de grandes muros
rayos de luz invaden, albedrío de la esperanza
liberación de almas emprenden vuelo
en busca del amor.



Almas Ardientes

La madurez de los años
no es impedimento para amar
tu presencia alborota mis sentidos
corazón travieso y emocionado
ansias locas de estos labios míos
anhelan disfrutar el maná de tus besos
deseos de mi sentir.
Vibro entre las olas de tus entregas
canto juglar y peregrino
mi hondo mar y mi conciencia
abrázame con tus ataduras de éxtasis
estancia de fuego en mi húmedo cuerpo
mi selva se hace barro bendito
con azogue de tu viento.
Tus caricias humedecen mi esencia
oleadas de mares apasionados
mi sangre alborotada reclama
en ataduras iniciación del ascenso
mutua posesión del sentir.
Vuela con tus mieles mi amante
tus sentidos amarrados al palo de mi nave
atraviesa perdido mi joven fortaleza
mientras descansas y brota el agua
guerrero soñador calcina mi ley de vida.



Lágrimas de Sal

Crepúsculo de almas
tribulación de sentimientos
esencias en rendición
ahogan sus sentires
en mar de incertidumbres.
Una paloma por el canal del arte
flauta feliz del sufrimiento
todavía en los púlpitos rotos
donde meses arrasaron los hielos
ocupando el espacio eterno
sin duda está escrita
en el amanecer de sus plumas.
Calamidad de la razón
agonizan los versos y poemas
como testigos silentes
naufragio de un mal querer
hecatombe de ilusiones.
Jugamos a las ajenas y coléricas fantasías
mutiladas envidias calcáreas observaban
no son mis ojos ni mis oídos
para que tú eclipses mi alma
palidez mortal de silencio
y al final yo sea imagen sin huella.
Lágrimas aúllan la congoja
de un holocausto sin clemencia
cuartillas y esperanzas fracturadas
mortandad inminente de afectos
anuncian trágico final.



Ángel de la Muerte

Leal compañero desde la concepción
estamos fusionados por el cordón de la vida
unión plena antes de nacer visión de luz.
En ocasiones sentí tu presencia
no tengo temor a nuestro encuentro
llegarás en el momento preciso
alianza de vida y muerte.
Juntos iniciaremos
la gran aventura del viaje asegurado
con el pleno convencimiento
entregarte mi último suspiro
juntos viviremos más de una vida
y moriremos más de una muerte
en la paz de tu presencia.
Levantaras con cuidado mi esencia
entregándola al Supremo Creador
dueño de la Luz y el Amor.




Dudas

Choca su vida en intersección
oigo el aullar de una lágrima
tintura de su cuerpo
grabada a lomos de mis versos
rutinada huella de mi gloria
le pregunto a mi pluma
¿Qué sabes del amor?
Mi corazón sin ser invitado
contestó con firmeza
no esperes respuesta de ella
Soy yo, tu corazón
quien aliviara
tu inquietud.
El verdadero amor
es un estado de locura
almas desnudas en libertad
sin egoísmo, orgullo ni falsedad
con besos y caricias
arropadas con ternura
vidas en comunión del sentir
florecimiento de ilusiones y sueños
savia de la vida secreto divino.
Corazón mío
Respóndeme a una pregunta....
¿Dónde encuentro el verdadero amor?
solo en la noche, en claridad sombría
crepuscular texto de siglos
abre puertas y caminos
quizás mi juicio te libere de tu miedo
inmutable mi sangre en este naufragio
es la nítida arena de tu mar.


Derechos de Autor
Carmen Pedreros Avendaño
Perú /Guatemala, 26/02/2015

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